Cómo empezó todo esto
En 2018, tres de nosotros estábamos trabajando en proyectos distintos relacionados con finanzas. Uno hacía consultoría, otra trabajaba en un banco, y el tercero desarrollaba software para contabilidad. Nos conocimos en una charla sobre digitalización empresarial en el PTA de Málaga.
La conversación después del evento duró hasta las tantas. Todos coincidíamos en lo mismo: las herramientas financieras disponibles eran demasiado caras, demasiado complejas, o ambas cosas. Las empresas pequeñas no podían permitirse software de nivel corporativo, y las opciones básicas apenas hacían más que mostrar gráficos bonitos sin análisis real.
Decidimos crear algo intermedio. Algo que realmente analizara datos, que diera insights útiles, pero que no requiriera un máster en finanzas para entenderlo.
Los primeros seis meses fueron prueba y error. Construimos versiones que nadie usaba, recibimos feedback que nos hizo repensar todo, y aprendimos que a veces menos funciones significa mejor producto. Para 2020 teníamos algo sólido. Y desde entonces no hemos parado de escuchar a nuestros clientes y mejorar.